Siempre tengo en mente, y es más, me gusta la sensación de acordarme, esa fatiga y el ansia cada vez que voy a coger un vuelo por saber si el Comandante me dejará pasar a la cabina con ellos.
Y cuando uno llega al aeropuerto, ya está nervioso, pero mas nervioso está cuando va bajando por el finger, va acercándose a la puerta del avión, mira por los cristales empañados del habitáculo que conecta el finger con el avión, ve la cabina, y de refilón, allí están ellos; los que mandan, los Reyes del Mambo,...los pilotos. Y entonces es cuando te preguntas, Y el Comandante, ¿como será?...
A esta vista de la cabina me referia...
Y entonces, cuando ves al Comandante, de espaldas, no puedes evitar mirarle el pelo; comprobar si lo tiene largo o corto, si lleva gafas y sobre todo si las lleva cogidas al cuello con una cuerda (eso significa que es mayor), si es canoso o no, si lleva las mangas remangadas (eso indica que es joven), etc... Te vuelves a preguntar lo mismo de antes, que como será, pero ya no de aspecto, sino como persona; amable, seco, borde, antipático, generoso, bromista...
Te acercas al sobrecargo, pides hablar con los pilotos, y dependiendo de lo imbecil (aqui si hay que decirlo con todas las letras) que sea, te soltará lindeces del tipo: "Es que con los pilotos no se puede hablar", "Es que ahora mismo están muy ocupados",... Obviando esto, (yo siempre lo hago, porque si me dicen que no, me voy igualmente a la cabina), uno se planta alli, delante de esos dos señores que no conoce de nada y por la cara le pide volar con ellos...
Hay muchos que te dicen cualquier excusa, que se nota que no se la están creyendo, porque no tienen ni pies ni cabeza...
- "No, porque es que en la compañia esto está prohibidisimo" (mentira, querido comandante, hace tres semanas vole en esta compañia y me dejaron sin problema. No creo que aquellos dos pilotos se estuvieran jugando su trabajo por mi).
- "No puede ser, de verdad que lo siento, pero no podemos" (Esto se traduce en: "Hoy no, nene, que tengo ganas de poner el piloto automatico en cuanto llegue a 400 pies y los pies, uno en el borde del panel del Navigation Display y el otro encima del pedestal, al lado de los gases....y asi llegar hasta Barcelona").
- "Lo siento mucho, de verdad que lo siento -y una mierda lo sientes!-, pero si me pillan, se me cae el pelo" (Si te pillan?? A FL370?? Los inspectores de tu compañia que van en avión tambien persiguiendo gente por las aerovias? Esto se traduce en: "Puf, es que hoy, la verdad, es que prefiero tocarme las narices")
Y así hay unas pocas, que mejor no numerar, porque ya son del tipo: "Buenos días, me llamo Iván, soy alumno piloto....bla, bla, bla..." -y así un rato-. "NO" -y se da la vuelta-.
Pero entonces, cuando das con un Comandante, que da igual que sea alto, bajo, mayor, joven, con canas o sin ellas, con el pelo largo o calvo... Cuando das con uno que es... COM-PREN-SI-VO y que es capaz de recordar que hubo un dia en el que él tambien queria ser piloto, entonces, entras en una cabina (si tienes suerte, como tengo yo) durante un vuelo entero... En ese tiempo aprendes mas que yendo 2 semanas a clase, y en ese instante, respiras hondo, y te sientes como uno de ellos...mirando el mundo con los mismos ojos y la misma perspectiva...
Y en tus ojos, solo hay un largo camino por recorrer...
Vuelo Iberia 2671, Madrid-Viena. Aterrizando en la 16, ILS CAT III. (Noviembre 2009)
Vuelo Air Europa 1011, Malaga-París. Aproximación ILS a la pista 26L (Diciembre 2009)
Qué recuerdos me traen estas fotos... y también lo que has escrito. Nunca te lo he dicho, pero yo también estaba nerviosa en esos momentos, aunque intentaba aparentar que no... y es que no soportaba ver la cara de desilusión que se te quedaba cuando te decían que no, me daba mucha rabia... pero me aguantaba la rabia y te decía que no pasaba nada, que aún nos quedaban más vuelos por delante y que sería en el próximo... o te recordaba la suerte que habías tenido porque te habían dejado pasar al vuelo anterior... un desastre, porque bien sabía yo que en esos momentos no había consuelo posible... Sea como sea, tampoco olvidaré tu cara de felicidad cuando aparecías de nuevo saliendo de la cabina :)mientras yo te esperaba en el finger, de cháchara con algún miembro de la tripulación que, invariablemente, me decía eso de "esto te lo tiene que compensar de alguna manera, que te invite a cenar!"... lo que no sabían es que sólo con verte aparecer con esa lucecita en los ojos, ya me compensaba ;)
ResponderEliminarA mi también me traen buenos recuerdos las fotos...y esa sensación que cuento en la entrada.
ResponderEliminarEn algunos momentos pensaba que no lo estaba haciendo bien dejándote sola todo el vuelo, pero por otro sabia (o intuía) que tu te sentías bien por mi, y eso me daba un empujón más para disfrutar más de la experiencia.
La verdad es que en los aviones hay gente que tiene muy poco tacto, que te ven llegar con todos los documentos habidos y por haber, con el examen medico, la tarjeta de alumno piloto, el DNI y ni te miran a la cara. Pero también hay quienes quieren implicarse en la tarea de ayudar a los futuros profesionales.
A cenar? Menuda cena que nos metimos en Viena a base de sushi...que compramos volviendo de comer tarta Sacher enfrente de la Opera...
Y en Paris? La noche que nos hartamos de queso y pan a bocados en la habitación del hotel con la Torre Eiffel encima de nosotros (casi casi)...
Si, si que merecieron la pena los viajes.
Un beso!
Me acuerdo... me acuerdo de todo :)... y sí, mereció la pena :)
ResponderEliminarUn beso.